Vecinos del negocio, consideraron que cientos de ciudadanos lamentan el cierre del histórico negocio que ganó popularidad con la venta de sus inigualables y deliciosos «pastelitos de perro».
Cabe destacar que el negocio inició con unos toneles de metal que servían de fogón para preparar en grandes tinas con aceite los famosos pastelitos.
«Aquí siguen llegando los clientes quienes más parecen que son los cuidadores del negocio porque amanecen esperando que abran’, indicó un poblador del sector.
«A la gente le gustaba porque con poco dinero comía rico, con aquella bolsada de pastelitos doraditos cargados de ensalada de repollo», agregó otro capitalino.
‘Tenían el sabor que le daba la madera del fogón, ahí freían no solo los pastelitos, también plátanos que servían con frijolitos y mantequilla, luego comenzaron a vender variedad, yuca con chicharrón y papas», recordó.
La clientela tiene la esperanza que el cierre de «Los Toneles» sea algo temporal y que pronto entre de nuevo en funcionamiento. (Cortesía STENN).
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