Por el escritor ROGER MUNGUÍA SOTO.
Debido a una pandemia que se dio en todo el mundo, se paralizó la educación, transportes, el comercio desde la segunda semana de Marzo, se extendió por todo el año, ésta se llamó coronavirus, mató mucha gente y perdimos un tiempo valioso. Por esta razón no hubo celebración tradicional de nuestra fiesta del 118 aniversario de fundación.
El transporte interurbano hacia San Pedro Sula se reaperturó el día 27 de Septiembre con unidades ejecutivas nuevas y días después hacia Tegucigalpa, ni vimos a la familia lejana por unos 6 meses, hubo racionamiento de bolsas solidarias por parte del gobierno, había que salir de acuerdo al último dígito de la cédula y usar mascarilla obligatoria para evitar el contagio..
Las clases, entrevistas por t.v., sesiones del congreso eran virtuales y uno no podía saludar de abrazo, beso, como antes, despidieron a mucha gente de sus trabajos, varios perdieron su casa, carro y no se salvaron que los bancos y entes financieros les cobraran intereses por préstamos.
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