domingo, 9 de agosto de 2020

ROMPIENDO LAS CADENAS DE LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS POR UNOS MINUTOS.

Es viernes ocho de junio del año 2020, a las 11 :30 de la mañana logré el visto bueno de mis hijos para salir rápido con con todas las medidas de prevención a dos cuadras aproximadamente a un cajero dentro de ferretería Larach y Cía, para más señas situada en en uno de los costados del Anillo Periférico de Tegucigalpa, Honduras. 

La alegría fue indescriptible, estar encerrado por mucho tiempo es horrible aún viviendo en un lugar que veo pasar vehículos y la población, escuchar los gritos de los vendedores ambulantes, ver desfilar los vehículos de abarroterías, con un estrés que a la mayoría de los hondureños nos causa trastornos del sueño. Con la asistencia médica de expertos aún así el confinamiento me ha traído problemas comunes a todos y en todas partes por culpa de la pandemia mundial del coronavirus.

Que felicidad es estar libre, ver a la gente en sus autos unos cumpliendo las medidas de prevención para evitar ser infectados por COVID-19, pero enoja como otros llevan de adorno la mascarilla o tapaboca, barbijo ó como se le llame. Me dieron instrucciones precisas que debí cumplir y gracias a Dios  lo hice al pie de la letra.

Dios es grande, fiel, antes de llegar al lugar me advirtieron que tendría que hacer una enorme fila, pero estaba despejado el lugar. Pasé los controles y en segundos estaba en el cajero realizando la respectiva transacción, al terminar sentí deseos de hacer un recorrido por la ferretería al apreciar aquella soledad pero, pensé que tal  en minutos esté lugar se llenr de clientes porque es viernes y muchos vendrían a comprar algún material, seguí lo más rápido para abandonar el lugar y regresar a casa.

De regreso a casa reflexione que difícil ha de ser estar guardando prisión en cualquier lugar con comodidades o sin comodidades, que maravilloso es la libertad disfrutar de las pequeñas cosas de la vida porque en segundos se nos va la vida, aprendí antes y ahora más con la muerte de mi esposa, que se es feliz con pequeñas cosas que no les damos el valor.

Porqué me cuido tanto? y repito constantemente esta frase "si me contagio es porque llegaron a mi casa a infectarme", porque en una temporada de la enfermedad del dengue me contagié con el dengue Hemorrágico y fui a parar a emergencia del Hospital Escuela Universitario, estuve allí más de 24 horas esperando un cupo para una camilla que nunca estuvo disponible.

Mientras estuve en sala de emergencia miré desfilar enfermos críticos directo a sala de Cuidados Intensivos donde les entubaban o de inmediato les practicaban cirugías, se caminaba entre gente llorando enmedio de charcos de sangre. Mientras tanto Yo seguía conectado a un accesorio sentado en una silla recibiendo suero y los síntomas desaparecieron como por arte de magia porque una doctora de nombre Alexa dio instrucciones que me atendiera rápido.

Al día siguiente en el Hospital Escuela Universitario sucedió algo inesperado ingresaron una cantidad considerable de jóvenes heridos de armas corto punzantes y armas de fuego, en segundos se armó un alboroto y aparecieron jóvenes sin camisa, tatuados, con ropas flojas, con gorras y con tenis de prestigiosas marcas, la gente corría a protegerse eran jóvenes de pandillas y la gente entró en pánico a refugiarse.

Mi estado había mejorado y le fui a rogar a la médico que me diera el alta para abandonar la sala de emergencias y así fue salí contento y feliz de regreso a casa. Se lo que es llegar a un hospital público en Honduras en temporadas de emergencia sanitaria (todo el tiempo se ha estado en emergencia sanitaria, sin insumos médicos y con empleados de salud con la falta de pago de salarios atrasados), y por ello hago casi lo imposible por aplicar las normas de prevención, estoy a punto de colocar un rótulo donde vivo que todo el que llegue use mascarilla o como se le llamé para que no me vaya a contagiar

Este viernes fue fantástico hasta luego de mucho tiempo aunque se que no es saludable hasta unos sorbos de Coca Cola bebí. A todos les dije que este día había sido un día especial porque por minutos abandoné el confinamiento por culpa del mortal virus Covid-19. Haber cuándo logró de nuevo un permiso porque a mi edad somos una generación vulnerable a ser infectados por cualquier virus. 

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