En Victoria, Yoro, Honduras, cada semana aumenta la cantidad de victorienses de todas las edades que inician la odisea del viaje a los Estados Unidos en virtud de la agobiante crisis económica y la falta de fuentes de empleo.
Quienes no realizan el viaje a los Estados Unidos, es porque tienen empleo que es una minoría, otros victorienses regresaron con los ahorros suficientes y crearon sus microempresas.
Entretanto una cantidad considerable de originarios del municipio de Victoria, Yoro, que lograron la nacionalidad en los Estados Unidos y cada fin de semana mandan los dólares a familiares que los invierten en proyectos que ya forman patrimonio de familias de este municipio.
Pero así como hay familiares de paisanos que si saben administrar los recursos de sus parientes, hay unos que las remesas no las saben administran y se sentaron a esperar las mismas cada fin de semana.
La conversación común en este término municipal de compatriotas es referente al viaje a la tierra del "Tío San", quienes se oponen a esta aventura reciben una contundente respuesta como: "Mire amigo usted no hace viaje a los Estados Unidos porque no tiene obligación, otra historia me contaría si tuviera mujer y hijos chiquitos que mantener o hijos en la escuela o en el colegio o en la Universidad" así le respondió un compatriota que recién lo deportaron.
Es impresionante cuando uno pregunta dónde está determinado paisano o paisana y la respuesta es la misma: «se fue para los Estados Unidos», «está en México y está esperando pasar», «ayer jueves se fue para España», los problemas les empujaron a dejar su tierra.
Muchos de originarios del casco urbano y de las aldeas y caseríos lo hacen pagando grandes cantidades de dólares a personas llamadas "coyotes", otros lo hacen por su propio riesgo y como han sido deportados ya conocen el camino. La migración no para y cada día aumenta en una forma alarmante, mientras los funcionarios hondureños no hacen por evitar el éxodo.
Quienes no realizan el viaje a los Estados Unidos, es porque tienen empleo que es una minoría, otros victorienses regresaron con los ahorros suficientes y crearon sus microempresas.
Entretanto una cantidad considerable de originarios del municipio de Victoria, Yoro, que lograron la nacionalidad en los Estados Unidos y cada fin de semana mandan los dólares a familiares que los invierten en proyectos que ya forman patrimonio de familias de este municipio.
Pero así como hay familiares de paisanos que si saben administrar los recursos de sus parientes, hay unos que las remesas no las saben administran y se sentaron a esperar las mismas cada fin de semana.
La conversación común en este término municipal de compatriotas es referente al viaje a la tierra del "Tío San", quienes se oponen a esta aventura reciben una contundente respuesta como: "Mire amigo usted no hace viaje a los Estados Unidos porque no tiene obligación, otra historia me contaría si tuviera mujer y hijos chiquitos que mantener o hijos en la escuela o en el colegio o en la Universidad" así le respondió un compatriota que recién lo deportaron.
Es impresionante cuando uno pregunta dónde está determinado paisano o paisana y la respuesta es la misma: «se fue para los Estados Unidos», «está en México y está esperando pasar», «ayer jueves se fue para España», los problemas les empujaron a dejar su tierra.
Muchos de originarios del casco urbano y de las aldeas y caseríos lo hacen pagando grandes cantidades de dólares a personas llamadas "coyotes", otros lo hacen por su propio riesgo y como han sido deportados ya conocen el camino. La migración no para y cada día aumenta en una forma alarmante, mientras los funcionarios hondureños no hacen por evitar el éxodo.
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