Fotos de Néstor Castillo. |
Debido al pésimo estado de la carretera estuvo a punto de ocurrir un accidente automovilístico la madrugada del lunes 13 de noviembre del 2017 en lugar conocido como "La Chácara", ubicado en el eje carretero entre los municipios de Minas de Oro, departamento de Comayagua y Victoria, departamento de Yoro.
La odisea de los usuarios de estos municipios inició a las dos de la mañana con veinte de la mañana cuando el bus en que se transportaban y que cubre la ruta Victoria, Yoro - Tegucigalpa, durante todo el trayecto la unidad empezó a deslizarse debido a que un tractor raspo la carretera y por las lluvias producto del segundo frente frío que ingresó a Honduras y se formó una lodacera. Lo imprevisto sucedió en una pendiente del lugar conocido como la Chácara, donde la humedad de la carretera era extrema y el bus callo en un zanjo que estuvo a punto de caer en un abismo y la habilidad del conductor evitó la tragedia.
Los ocupantes que venían despiertos se alarmaron y de manera inmediata abandonaron el bus en medio de la oscuridad, porque éste tramo como la mayoría en Honduras no están iluminados. Los pasajeros que venían dormidos alarmados preguntaban que era lo que había pasado? y no sabían que hacer y desorientados desocuparon de inmediato la unidad de transporte. Ante la oscuridad en este sector el grupo de usuarios encendieron las linternas de los teléfonos celulares y sirvieron de guía a la mayoría y llegaron a una pequeña casita con bancas ubicada en el desvío al municipio de San José. Mientras los hombres halaban con cadenas la pesada unidad y final desistieron y esperaron un vehículo doble tracción que sacó del zanjo la unidad de del transporte.
La maniobra del conductor evito que la unidad fuese a parar al fondo de una hondonada y acto seguido los hombres intentaron halar con cadenas la pesada unidad con cadenas, pero esto resulto imposible hasta que llegaron vehículos a rescatar la unidad del transporte. Dos horas después enmedio de la pertinaz lluvia y una densa neblina el bus reinició el viaje a la ciudad de Tegucigalpa, los pasajeros con los zapatos empleados se lamentaban de la situación ocurrida y responsabilizaban a las autoridades locales y centrales del mal estado de la carretera.
Lo mismo ocurrió a con otra unidad de transporte a las doce del mediodía del mismo día y en el mismo lugar, el nerviosismo se apoderó de los pasajeros y de manera imprevista abandonaron sus asientos.
La odisea de los usuarios de estos municipios inició a las dos de la mañana con veinte de la mañana cuando el bus en que se transportaban y que cubre la ruta Victoria, Yoro - Tegucigalpa, durante todo el trayecto la unidad empezó a deslizarse debido a que un tractor raspo la carretera y por las lluvias producto del segundo frente frío que ingresó a Honduras y se formó una lodacera. Lo imprevisto sucedió en una pendiente del lugar conocido como la Chácara, donde la humedad de la carretera era extrema y el bus callo en un zanjo que estuvo a punto de caer en un abismo y la habilidad del conductor evitó la tragedia.
Los ocupantes que venían despiertos se alarmaron y de manera inmediata abandonaron el bus en medio de la oscuridad, porque éste tramo como la mayoría en Honduras no están iluminados. Los pasajeros que venían dormidos alarmados preguntaban que era lo que había pasado? y no sabían que hacer y desorientados desocuparon de inmediato la unidad de transporte. Ante la oscuridad en este sector el grupo de usuarios encendieron las linternas de los teléfonos celulares y sirvieron de guía a la mayoría y llegaron a una pequeña casita con bancas ubicada en el desvío al municipio de San José. Mientras los hombres halaban con cadenas la pesada unidad y final desistieron y esperaron un vehículo doble tracción que sacó del zanjo la unidad de del transporte.
La maniobra del conductor evito que la unidad fuese a parar al fondo de una hondonada y acto seguido los hombres intentaron halar con cadenas la pesada unidad con cadenas, pero esto resulto imposible hasta que llegaron vehículos a rescatar la unidad del transporte. Dos horas después enmedio de la pertinaz lluvia y una densa neblina el bus reinició el viaje a la ciudad de Tegucigalpa, los pasajeros con los zapatos empleados se lamentaban de la situación ocurrida y responsabilizaban a las autoridades locales y centrales del mal estado de la carretera.
Lo mismo ocurrió a con otra unidad de transporte a las doce del mediodía del mismo día y en el mismo lugar, el nerviosismo se apoderó de los pasajeros y de manera imprevista abandonaron sus asientos.
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