El 5 de julio, en Omoa, Cortés, en el norte de Honduras Stephania Lucero perdió la vida de manera instantánea durante su luna de miel, víctima de un rayo. Posteriormente, el 29 de julio en San Francisco de Opalaca, Intibucá, Jesús Gómez y Ofelia Méndez murieron mientras trabajaban en el campo.
Las últimas víctimas se registraron el 30 de agosto, cuando una abuela y su nieto fueron alcanzados por un rayo dentro de su vivienda. Ante estos incidentes, Copeco hizo un llamado a extremar precauciones durante las tormentas eléctricas, especialmente en zonas rurales y durante los meses de mayor lluvia.
Entre las recomendaciones destacan evitar permanecer al aire libre, no refugiarse debajo de árboles o estructuras metálicas, mantenerse alejado de cuerpos de agua y herramientas metálicas, y dentro de las viviendas alejarse de ventanas, puertas y objetos eléctricos.
Además, se aconseja consultar el pronóstico del tiempo y suspender actividades al aire libre si se pronostican tormentas.(Cortesía diario El País de Honduras).
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