📸💯
¡Sobreviví al golpe! 16 años después...
Hoy se cumplen 16 años de un día que nunca olvidaré.
El 28 de junio de 2009, el día del golpe de Estado en Honduras.
Para muchos fue solo un capítulo en la historia, pero para mí fue una experiencia que marcó mi vida. Como fotoperiodista, mi cámara era mi escudo y mi voz, siempre buscando capturar la verdad de lo que sucedía a mi alrededor.
Recuerdo la tensión en el ambiente, el aire cargado de incertidumbre. En medio de una turba de manifestantes, solo intentaba hacer mi trabajo para un periódico.
Pero la furia no distingue credenciales. Fui atacado con patadas, piedras, palos... Estuve a punto de perder la vida, simplemente por intentar documentar lo que estaba pasando.
Entre los momentos más críticos, hubo dos personas que no olvido. Uno fue Marco Vallecio, quien amortiguó el golpe de una patada que, si bien parecía que atacaba él, en realidad me salvó. aparece en las fotografías, fue el primero en intentar ayudarme en medio del caos.
El otro fue el periodista Armando Sarmientos, quien literalmente me sacó de la turba que me golpeaba. Me llevó hasta una ambulancia de la Cruz Roja. Su intervención fue mi salvación en ese momento. Nunca lo he olvidado.
Quien captó esas fotos fue mi compañero y amigo Gustavo Amador, fotógrafo de la agencia EFE. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo, porque Honduras, en ese momento, estaba en el ojo del huracán.
Han pasado muchos años, y las heridas físicas han sanado, pero las cicatrices de ese día permanecen, al verlas de nuevo me hizo revivir cada instante.
Recuerdo que el médico forense me mostró la radiografía de mis costillas. Me dijo que, si esa patada hubiera quebrado una costilla, se me habría clavado en el corazón y no lo habría contado.
Pero aquí estoy, vivo y haciendo lo que amo. Esta es solo una de las tantas veces que he estado a punto de perder la vida, historias que a veces uno no cuenta.
Muchos creen que nuestro trabajo es fácil, que solo se trata de apuntar y disparar. Pero la verdad es que hace fotoperiodismo es arriesgarlo todo por la historia, por el derecho a informar.
Es estar en el ojo del huracán, ser testigo y narrador, muchas veces a costa de nuestra propia seguridad.
Hoy, más que nunca, valoro cada clic de mi cámara, cada imagen que logro capturar. Porque sé que cada una de ellas cuenta una historia, y algunas, como las de aquel día, nos recuerdan el verdadero costo de la libertad de prensa.
Texto: Johny Magallanes
Fotografías: Gustavo Amador / Agencia EFE. (Cortesía).
No hay comentarios:
Publicar un comentario