La sentencia, dictada en audiencia de estricta conformidad, es contra Erick Geovany Zambrano Estrada, a quien por el delito de agresiones sexuales calificadas se le impuso una pena de 10 años con tres meses de cárcel y por violación calificada continuada fue condenado a 16 años, para una pena total de 26 años con tres meses de reclusión.
Las investigaciones realizadas refieren que el condenado llegó hasta una aldea en Santa Cruz de Yojoa, donde en primera instancia alquiló una vivienda para posteriormente, poner a funcionar una iglesia evangélica.
Zambrano Estrada empezó a dar clases de la escuela dominical, siempre en la misma iglesia, donde aprovechando las situaciones que se le presentaban “ungía” a las menores de edad para sostener relaciones sexuales.
Agentes de tribunales, adscritos a la Fiscalía de la Niñez de San Pedro Sula, gracias a los procesos de investigación donde se logró obtener prueba pericial, testifical y científica, no dejaron dudas de la participación del supuesto pastor evangélico en los ilícitos penales, lo que permitió obtener la sentencia condenatoria de 26 años con tres meses de reclusión.
A ello se le suma que, una vez cumplida la sentencia condenatoria, el supuesto pastor no podrá acercarse a las víctimas por 52 años con seis meses y debe ser inscrito en el libro considerado como un agresor sexual, más las penas de inhabilitación absoluta.
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