lunes, 15 de abril de 2024

EL APÓSTOL CHAGO.


Escritor César Indiano. 


El escritor y dramaturgo Cesar Indiano el lunes 15 de abril de 2024 publicó en la red social Facebook un artículo sobre el señor Santiago Zúniga, que se hace llamar "Apóstol". 

"El apóstol Santiago ¿Quién es en verdad?

César Indiano

Hace más o menos diez años, se levantó en el pueblo costeño de Tocoa, el personaje más odiado, seguido, admirado, despreciado, temido, insultado e incomprendido de Honduras. Nació donde debía nacer: en las redes sociales.  Y se hizo viral con más prontitud que otros famosos influencers que publican contenidos políticos, humorísticos, médicos y gastronómicos. Seamos sinceros ¿por qué el Apóstol Santiago es mil veces más popular que Renato Álvarez, quinientas veces más viral que Piquito y dos mil veces más mediático que la Señora de la Televisión? Simple, porque el Apóstol Santiago es un sujeto brutalmente sincero y absolutamente auténtico.

Supera en originalidad a todos los tristes personajes artificiales de la tediosa televisión tradicional, es superior, intelectualmente, a cualquier telepredicador y ha demostrado que tiene cojones y convicciones, dos cosas que escasean en casi todos los contenidos falseados de la prensa banal. Aunque la gente se lo toma a changoneta y él mismo se ha prestado para caricaturizar su imagen en el afán de obtener más pulgares y caritas, en realidad, el Apóstol Santiago es un fenómeno general que ha roto todos los esquemas mediáticos, teológicos y políticos en Honduras. Inclusive, más allá de Honduras.

Qué cosas. Un temerario predicador desdentado vino a demostrar que sólo se necesita un cuerno de vaca, una Biblia desconchada y un megáfono de cuatro pilas, para impactar a la gente, hacerla reír, ayudarle a pensar y enseñarle a debatir.  Este evangelista de los bananales ha generado más cultura popular, discusión y debate, que todas Las Corporaciones Televisivas juntas en medio siglo de periodismo frívolo. 

En lo propiamente teológico, el Apóstol Santiago pregona tres cosas, que los curas son maricones y brujos, que las monjas son prostitutas y que los pastores evangelistas son unos desgraciados “caras de perro” que se irán al infierno juntamente con sus discípulos. A pesar de su estilo procaz, agresivo y altisonante, sus seguidores reconocen que el Apóstol está dotado de facultades envidiables, por ejemplo, una confianza a prueba de balas y lo otro, un conocimiento preciso y oportuno de La Biblia. 

Es el único hondureño – que yo sepa – que se sabe la Biblia de memoria, pero, además, es el único que utiliza La Escritura como un látigo en llamas para reprender las iniquidades de la gente; sin reparar en si Juan es ricacho, si María es bonita o si José es pobrecito. Sus verdades son rotundas, hirientes e incómodas, pero lo más interesante es que el Apóstol Santiago destruyó los viejos y anticuados esquemas de la comunicación cínica. 

Durante años, he tenido que soportar esa falsa supremacía intelectual de gente que se para frente a mí y me dice con tono doctoral “Amigo Indiano, la masa es ignorante y por eso es fácil engañarla”, “la verdad no vende y no le interesa a nadie”, “es preciso mentir para conseguir el éxito” “calladito te ves más bonito” y otra sarta de majaderías que oscilan entre la cobardía, la pereza y la maldad. 

Pues bien, ahí tienen un caso de alguien que es mil veces más exitoso, famoso, solvente e influyente que todos nosotros, sin necesidad de mentir y adular. Ahí tienen el caso de alguien que no tuvo que sacar un doctorado en teología en la Universidad de Harvard, titularse en Comunicaciones en La Sorbona ni acercarse a padrinos inmundos de la política sucia, para llegar a donde quería. 

Yo no creo que los obispos, los comunicadores profesionales y los biliosos adversarios del gobierno, estén muy contentos con el gesto provocador de Manuel Zelaya, quien, le ha donado una camioneta Prado casi de paquete, al más odioso enemigo de los religiosos. Desconozco si la Señora Presidente está involucrada en esta provocación oficial e igualmente ignoro de dónde salió el cheque para comprar el flamante vehículo, supongo que es uno más, de los mil pagos que la Cosa Pública genera a diario para sufragar pendejadas. 

Realmente, no sé por qué los críticos están asustados con esta nueva broma del gobierno. Si todos los días vemos caravanas de Prados, motocicletas artilladas, camionetas Pickup del año y comparsas de Ford Expedition de alta gama, compradas y alquiladas por el Estado para movilizar a unos “caras de perro” que no se saben ni las tablas y que no los admira ni la madre que los parió, entonces ¿Por qué no le pueden regalar un carro de mierda al misionero más célebre de Honduras? 

No sufran envidiosos, dejen que ese campesino con alma de niño le coloque cuatro bocinas en el techo a su juguete gigante, déjenlo que pregone las poderosas verdades del Evangelio de Cristo entre morenales, tacamiches, ladrones, contrabandistas y drogadictos del litoral. Dejen que el Apóstol Santiago sea el azote de barracones, aldeas y ciudades. 

Si se asustan ante una camioneta que recorre los chagüites de Tocoa, en qué guarida se van a esconder cuando miren bajar de los cielos una caravana de Carros de Fuego, guiados por Jesucristo.  Porque los cobardes e incrédulos – dice el libro de Apocalipsis – los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda".

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