El telégrafo es un medio de comunicación que desapareció por completo.
A principios del año 1902, se instaló el telégrafo que en aquel tiempo era toda una gran novedad en la comunicación por medio de puntos y rayas, su duración fue apenas de un siglo porque después vinieron otros sistemas electrónicos que lo reemplazaron.
En Victoria Yoro Honduras trabajaron como telegrafistas foráneos y del pueblo, como Espinoza (esposo de doña Matilde Flores), un señor de apellido Caballero (esposo de doña Berta Dubón), un joven conocido como Don Emilio, José Manuel Palma, Wilfredo Galeas, Iris Caballero, Carlos Dubón.
El valor que se pagaba por enviar un telegrama era de L.0.20, pero común y oficialmente constaba de cinco palabras, o sea que si había palabras adicionales, cada una valía L.0.04.
Uno de los últimos conserjes o el mensajeros, que repartía los telegramas fue Juan Alberto "Beto Paciencia" Hernández Palma.
La oficina estaba situada frente a la plaza entre las casas de don Joaquín Burgos, hoy propiedad de Carlos Humberto "Calucho" Oviedo y Valentín Flores, luego vivió Bernardo "Nando" Bonilla.
Por medio de un aparato telegráfico y un teléfono de manigueta haciendo uso del alfabeto Morse e Internacional informando con un texto de 5 palabras los peligros de los pueblos de aquel entonces.
Los telegrafistas dejaron un legado y ejemplo de vida para todos los hondureños.
Da nostalgia recordar la comunicación por telegramas, ir a dejar los mensajes al telégrafo y ver al mensajero que iba con dirección a nuestras casas causaba sensación de alegría.
ResponderEliminarEl telegrafo una heramienta de trasmision potente de los siglo 19 donde las comunicaciones eran un poder para los gobiernos de esos entonces.
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