El domingo 28 de noviembre de 2021 llegó para convertirse en un día donde la juventud de Honduras, es un día de elecciones único que enmedio de su rebeldía acompañó a sus familiares mayores a los centros de votación para ejercer el sufragio y con su voto dijeron aquí estamos y decidimos el futuro de un país que se cae a padezos.
Cuando me disponía a llegar solo al centro de votación como por arte de magia sin excusas dos de mis hijos varones pidieron que les esperara que me acompañarían. La emoción aumentó cuando apareció mi hermano Saúl con sus hijos que se unían a la caravana para ir depositar el voto.
Para hacer único éste día pedí a una familia activista que vive enfrente de mi casa pedí prestada una bandera del partido Libertad y Refundación (LIBRE), aclaro que boy votar por la candidatura de Xiomara Castro de Zelaya porque es la única que puede ganar los comisios electorales, los vecinos quienes al final me obsequiaron dos banderas y una ondeaba mientras recorrí la colonia situada al sur de Comayaguela. El asombro fue que mis vecinos miraban asombrados como lucía la bandera.
Busqué una bandera como un homenaje a mi esposa que fue seguidora de éste partido (LIBRE), y cuando su máximo dirigente el ex presidente José Manuel "Mel" Zelaya Rosales regresó a Honduras camuflajeado en el baúl de un vehículo, ella en compañía de su hermano José Eleno "Neno" llegó a acompañarle en las oficinas de las Naciones Unidad situadas en la colonia Palmira de Tegucigalpa donde se exilió, luego se trasladó a la embajada de Brasil.
Con mucho entusiasmo llegué a la escuela José Manuel Zelaya Rosales de esta colonia ubicada al sur de Comayaguela, la sorpresa es que me encontré con una larga fila esperando turno para votar, para hacer más curiosa la situación la mayoría que hacían fila eran jóvenes de ambos sexos. Mis familiares se adelantaron a integrarse a la fila y ubicaron en un lugar preferente.
Los minutos pasaron y llegué donde estaban las tres urnas: Para presidente, alcalde y diputados, lo único que haré público es que voté por Xiomara Castro de Zelaya, en las otros dos urnas costó decidirme por los aspirantes, si creo elegí bien.
El entusiasmo nunca antes lo había visto, especialmente en los jóvenes, a quienes antes de ésta elección les dije que ellos son los que decidirán. La rebeldía de los jóvenes es única que entre risas dicen muchas verdades. La mayoría mientras hacían filas pedían acompañados de cargajadas cosas como: Bolsas de cemento, láminas de zinc, el famoso bono de siete mil Lempiras equivalente a 280 dólares o 233 euros, una bolsa de granos de primera necesidad, esa la juventud.
Llegó el momento y pasé al lugar para marcar tres papeletas: Una para presidente, otra para alcalde y una tercera para diputados. Para no olvidar llevaba una pequeña lista deos diputados porque eran 23 marcas. En éstas elecciones generales únicas espero no me vayan a robar mis votos y cante victoria en la noche de este domingo con clima fresco.
Tocaba regresar a casa, y lo hice en forma solitaria porque los acompañantes se quedaron anticipadamente celebrando, son jóvenes y por cualquier cosa celebran, y hoy día de elecciones hay suficiente motivo. Regresé con la bandera del partido Libertad y Refundación, la sorpresa en el retorno no lo esperaba y gracias por el saludo de muchos.
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