"Si vieran llorar a esos padres por sus hijos, a esas hermanas, a esos nietos. Si oyeran cada noche los gritos de dolor en los pasillos del hospital, si pudieran ver la cara de desesperación de los enfermos cuando ya no pueden respirar tal vez entonces cambiarian esa estupida, necesidad de andar en las calles sin necesidad. Tal vez si sintieran el Dolor, talvez si pudieran sentir mi impotencia, mi cansancio, mi rabia", así describió el Intensivista Hugo Alejandro Fiallos el sábado 24 de abril del 2021 el drama que se vive en la sala de Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Escuela Universitario de la ciudad de Tegucigalpa, por los pacientes contagiados por el virus del SRAS-CoV-2 ó COVID-19 que presentan saturación en sus pulmones y otras complicaciones que son monitoreadas en dicha sala de especialidades.
Más tarde hizo hincapié en que:
"Morir por Covid no es bonito. Es asfixia, es desesperación, es ahogarse jadeando por no poder respirar,es angustiarse porque el Cerebro se queda sin oxigeno y empiezan a tener alucinaciones, se agitan, y gritan de terror. La Piel se pone fria,morada,los riñones dejan de funcionar".
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