A más de un año (11 de marzo del 2020) que el virus del SRAS-CoV-2 ó Covid -19 llegara a Honduras aprovecha que los gobiernos nunca invirtieron en Salud y Educación para poner de rodillas a la población hondureña, no es extraño que la población lleve de adorno mascarillas, tapabocas ó barbijos, que los hospitales no tienen insumos médicos y están colapsados. No es novedad que éste país centroamericano ocupe el primer lugar en la NO adquisición de vacunas y los escándalos de corrupción aumentan cada día según las Organizaciones No Gubernamentales con abundancia de datos afirmen que la comunidad internacional aleja la inversión.
De forma alarmante bajó el nivel de escolaridad al cuatro por ciento, porque aún no hay clases presenciales. De forma insólita algunos sectores solicitan ayuda a la República de El Salvador para que se vacune a hondureños y se reparen los daños que dejaron los fenómenos naturales Eta y Iota, mientras la Unión Europea da lección como se formalizan contratos en línea, Honduras manda delegaciones al Primer Mundo a agilizar trámites administrativos de la adquisición de inoculantes.Así es Honduras.
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