En esta ocasión por la pandemia mundial del SRAS-CoV-2 ó COVID-19 las calles lucieron desoladas, con el ir y venir de victorenses que llegaban a observar alguna novedad en la Plaza Ana María Banegas que estaba sin la aglomeración de la población y únicamente encontraron un parque iluminado con personas haciéndose fotos con el árbol de la Navidad.
Unos con las normas de prevención y mayoría desde hace meses dejaron de ponerlas en práctica, otros caminaban mareados producto de haber bebido cerveza, ron Plata, whisky, rompopo, cususa (aguardiente clandestino), y demás bebidas alcohólicas; Otros metiendo el acelerador a los vehículos y unos cuantos el consumo en exceso de bebidas alcohólicas hizo que no podían encender la motocicleta y avanzaban por tramos.
La música tradicional de marimba del emprendedor Casto Rumualdo Ramírez Munguía ofreció en una de las casas del barrio Suyapa un concierto de varias horas celebrando la Noche Buena, terminado el mismo partieron cargando en hombros el instrumento.
En esta ocasión atípica de fiestas los grupos jóvenes y adultos de esta región vivieron la Noche Buena y La Navidad con los bocadillos tradicionales acompañados de la bebida favorita y las selfies no paraban para colgar en las redes sociales. Compatriotas que dejaron éste país escribieron textos añorando estar en la tierra que les vio nacer.
Aún quedan provincias en Honduras donde jóvenes y adultos brindaban, grupos de niños que para ellos La Navidad es algo mágico abrieron regalos y luego dieron rienda suelta a sus gustos supervisados por sus padres reventando cohetes y lanzaban juegos pirotécnicos.
Fue una Navidad única con el principal salón de eventos sociales cerrado, con la quema de menos pólvora de años anteriores y sobresalió el intercambio de imágenes entre grupos de wasat. Un año donde en éste municipio se anticipó que la economía estaría golpeada por COVID-19, tormentas Eta y Iota fue lo contrario aumentaron el envío de remesas y no es novedad que muchos luzcan el último móvil o teléfono de moda, y otros artículos de la última generación y las construcciones no paran.
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