SE TUMBÓ EL PALO DE MANGOS.

Son las siete de la mañana del sábado nueve de mayo del 2020 en la capital de Honduras, Tegucigalpa amaneció con menos calor que otros días, y en plena pandemia del mortal virus Covid-19 donde no se puede salir, y de pronto desde el barrio El Tanque me cae una llamada "Ring... ring... ring".  Quien llama es el joven Mario Ávila quien vive a la par de una pequeña parcela donde tengo sembrados algunos árboles frutales, "Buenos días Mario, cómo estás? Qué me cuentas? -" Hola don Carlos le llamo porque el árbol de mangos está cargado y está inclinado, bajaré unos mangos y ud me indica a quien se los voy a dejar, viera la cosecha que produjo es primera vez que lo veo con semejante producción"- "OK Mario mira baja los que puedas para su consumo y dale a los vecinos, y envíale a mis familiares, sabes mándame una foto del árbol y cuando cortes los mangos" le respondí - "Está bien" respondió Mario.

No hay cosa más satisfactoria cuando se siembra una planta, se le sigue el proceso y llegan los primeros frutos y comparte esos momentos con tu familia, recuerdo que ese día tomé fotos y cuando esos primeros  mangos llegaron no lo podía creer ante la negatividad de muchos, pasaron los años y cuando en mayo del 2020 llegó la producción máxima pensaba al pasar la cuarentena iré a saborear los deliciosos mangos del árbol que hace unos años sembré. 

Pasadas las ocho de la noche de ese mismo sábado de nuevo mientras me veía la tv me enteraba de los datos nuevos del coronavirus que en cadena nacional de radio y televisión daba a conocer el ya famoso Dr. Francis Contreras, sonó mi teléfono y veo la pantalla y veo que el que llama es Anibal "El Conero" Ávila, "Buenas noches don Anibal" - "papo ya sabe quien le llama verdad, para darle la noticia que el palo mangos no pudo con la carga y se vino al suelo, se quebró y cayó sobre mi cerco", sorprendido pero avisado le respendí "Gracias y los mangos regale a los vecinos y usted tome los que necesite hasta allí llegó una de mis plantas preferidas".