Don Rafael Mejía, es uno de los emprendedores cinco estrellas del municipio de Victoria, Yoro, Honduras, que nació con cualidades y capacidades personales que lo han llevado a dar por finalizado un emprendimiento al que le puso coraje, inteligencia y agallas.
En un país desarrollado esta clase de emprendedores reciben el apoyo total de las autoridades proporcionándoles las herramientas necesarias y son motivados para que sus conocimientos sean conocidos a nivel mundial.
En Honduras uno de los países mas pobres del mundo y esta clase de emprendedores como don Rafael Mejía son condenados a vivir en el olvido, las ayudas nunca llegan para expandir sus micro empresas.
Me
lo encontré en su casa de habitación en el barrio Las Acacias, atendiendo su
negocio, aparte de vender los productos de hortaliza que cosecha de su predio
que esta pocas cuadras de su residencia, me llamo la atención la venta de uno
de sus productos que pocos lo venden y lo significativo es que el produce, y es
la cal.
Don
Rafael luciendo un fino sombrero de ala, me atendió de pie y al interrogarle por
los quehaceres diarios, se acomodó en su silla y acto seguido para que la
plática fuera más amena, saco una cajetilla de cigarros y procedió a fumar, sus
ojos se iluminaron cuando le pregunte por la venta de sus productos.
Mi
sorpresa fue que al acercarme a la verja de su negocio descubrí que de una caja
sacó una banana, la que llamamos en este municipio como guineo o mínimo y me lo
obsequió, el cual saboreé porque son productos cultivados sin ningún químico.
Sus
ojos se iluminaron cuando le pregunté por el producto que el fabrica y a
grandes rasgos me informo del proceso de fabricación especial por su producto
insigne LA CAL. CAL: Proviene de la calcinación de piedra caliza.
"Tiene
cal? Esta vez le compraré cal, si sale buena regresaré y si es de mala
calidad no vuelvo" le dijo un cliente de la aldea de Quezalapa, del
departamento de Comayagua, y "ese cliente se convirtió en mi cliente,
porque quedo satisfecho con el producto que es de alta calidad",
dijo don Rafael Mejía, quien cumple años cada 24 de octubre. Don
Rafael Mejía, es el único productor de cal en el municipio de Victoria,
departamento de Yoro, Honduras, y se inició en la preparación de este producto
desde el año de 1982.
A
sus 75 años de edad Rafael Mejía, proveniente de una familia de albañiles y
constructores, decidió emprender esta actividad en el año de 1982 debido
a la falta de empleo y tener que sacar adelante su familia, recuerdo que
al "inicio no le pedí orientación a quienes en ese momento se dedicaban a
este oficio porque pensé que no me atenderían porque sería una competencia, por
ello tome la decisión de iniciar este proyecto, claro con el apoyo de mi
esposa, varias veces acomodé en el horno la piedra llamada Laja y
Caliche, y se tumbaba y luego de varios intentos al fin no se desburrungó y
procedí a encender el horno y tres días después ya tenía la primera hornada de
cal".
El
horno donde don Rafael fabrica la cal, tiene una capacidad de cuatro carretadas
de la piedra de Laja y Caliche, las que acomoda de una manera especial.
Durante
36 horas continuas la piedra es quemada a base de leña y pasado las 36 horas,
viene el período de enfriamiento y la piedra queda convertida en cal, la que es
almacenada en una bodega y de este lugar de acuerdo a la venta es puesta a la
venta del público.
Los
clientes llegan de aldeas, caseríos y de las amas de casa del casco urbano de
Victoria, Yoro, y de los municipios de Sulaco, San José del Potrero, que
utilizan para coser maíz, otros de sus clientes la utilizan como abono a las
plantaciones de café.
Bonito y buen reportaje , la la familia Mejia descendientes de Don Octaviano , recuerdo además a Tavo y Tavito Mejia , personas nobles y honorable de mi querido Victoria , gracias Neyo por estos recuerdos valiosos.
ResponderEliminarRaul Zelaya