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Doña Victoria Díaz, siempre dedicada al servicio de Dios, foto tomada en las celebración de la Feria del señor de Esquipulas en enero del 2012. |
Mi mamá es la imagen perfecta a seguir por su talento, honestidad, sacrificio, carisma, integridad, disciplina y mucho trabajo.
Esto fue con lo que me forjó durante mis primeros años y a ella debo las satisfacciones que en vida he podido darle y ella ha sido la responsable de los muchos triunfos en mi vida profesional.
Doña María Victoria Díaz Sandoval, se convirtió en protagonista desde el momento en que luchó desde su trinchera como madre soltera y se propuso que sus seis hijos:una mujer y cinco varones, finalizaran su educación primaria. Una labor titánica.
A las cuatro de la mañana iniciaba su actividad, peleando para encender un fogón o fuego y luego proceder a moler el maíz y preparar las tortillas, había que apresurarse para buscar preparar el desayuno para cada uno de sus hijos que se marcharían en dos jornadas-mañana y tarde- a la escuela primaria Florencio G. Molina.
Luego durante el transcurso del día había de ganarse unos centavos lavando grandes cantidades de ropa sucia, que debía ser bien lavada porque pertenecía a familias que en ese tiempo eran los poderosos de esta provincia hondureña.
La creatividad de Doña Victoria, se imponía desde su máquina de coser, porque había que fabricar: vestidos, faldas, ropa interior masculina y femenina y todo lo concerniente a corte y confección.
El sacrificio de esta ejemplar mujer, se ivendencia en aplanchar grandes cantidades de ropa, una vez termida esta actividad había de ser entregada a sus patrones, la que durante mucho tiempo Yo recorría la calle principal de esta comarca y trasladarla en mis endebles brazos.
Mujeres de esta estirpe, es lo que necesita Honduras. Gracias Mamá por haberme dado lo mejor. Fue y sigue siendo insustituible en conducir el hogar y sigue educándonos con sus consejos.
Doña María Victoria Díaz Sandoval, se convirtió en protagonista desde el momento en que luchó desde su trinchera como madre soltera y se propuso que sus seis hijos:una mujer y cinco varones, finalizaran su educación primaria. Una labor titánica.
A las cuatro de la mañana iniciaba su actividad, peleando para encender un fogón o fuego y luego proceder a moler el maíz y preparar las tortillas, había que apresurarse para buscar preparar el desayuno para cada uno de sus hijos que se marcharían en dos jornadas-mañana y tarde- a la escuela primaria Florencio G. Molina.
Luego durante el transcurso del día había de ganarse unos centavos lavando grandes cantidades de ropa sucia, que debía ser bien lavada porque pertenecía a familias que en ese tiempo eran los poderosos de esta provincia hondureña.
La creatividad de Doña Victoria, se imponía desde su máquina de coser, porque había que fabricar: vestidos, faldas, ropa interior masculina y femenina y todo lo concerniente a corte y confección.
El sacrificio de esta ejemplar mujer, se ivendencia en aplanchar grandes cantidades de ropa, una vez termida esta actividad había de ser entregada a sus patrones, la que durante mucho tiempo Yo recorría la calle principal de esta comarca y trasladarla en mis endebles brazos.
Mujeres de esta estirpe, es lo que necesita Honduras. Gracias Mamá por haberme dado lo mejor. Fue y sigue siendo insustituible en conducir el hogar y sigue educándonos con sus consejos.
Si le gusto la tematica del blog, deje su correo electrónico y comentario, gracias por acompañarnos. (Carlos Reinerio Díaz-cd.reinerio@hotmail.com)
Felicidades a esta gran mujer... la quiero mucho doña Toya....
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