viernes, 14 de marzo de 2025

DEL DOLOR A LA GRATITUD.


Con la voz firme, pero cargada de emoción, Luis Enrique compartió una reflexión que deja sin palabras:

"¿Yo me puedo considerar afortunado o desgraciado? Yo me considero afortunado. Muy."

Al escuchar esto, cualquiera podría sorprenderse. Pero entonces, con una serenidad conmovedora, agregó:

"Me dirán: ‘Pero se te ha muerto una hija a los 9 años’."

Hizo una pausa, respiró hondo y con una mirada que reflejaba amor infinito, sentenció:

"Mira, mi hija vino a vivir con nosotros 9 años maravillosos".

No era resignación. No era negación. Era la muestra más pura de cómo, incluso en la pérdida más desgarradora, se puede encontrar gratitud y amor.👏

No hay comentarios:

Publicar un comentario