miércoles, 4 de agosto de 2021

UN CONDUCTOR A SEGUIR.

Es la mañana del lunes dos de agosto del año 2021 Ramón Armando Ramírez Vásquez (31) un joven de 31 años realiza su trabajo en una mototaxis los siete días de la semana y como es lunes, hay mucho movimiento de traslado de personas de un lugar a otro para realizar diligencias  y debido a la responsabilidad el móvil que lleva no para de sonar de usuarios que de diferentes barrios solicitan sus servicios. 
El hijo de Carmen Vásquez y Casto Rumualdo Ramírez Munguía, son seis hermanos cuatro mujeres dos hombres, en ese ajetreo pasa muchas horas éste motorista, abordo una mototaxis para que me traslade del barrio El Tanque "Donde todo lo bueno crece" al centro del casco urbano de Victoria departamento de Yoro Honduras, en el momento que bajo del vehículo se me cae el móvil o celular, de lo que me entero en el instante en que quiero comunicarme con un familiar.

El teléfono celular es tan personal como lo es tu cartera ó billetera, como la fecha de el cumpleaños, porque por medio del móvil me conecto a través de: Mensajes de texto, llamadas, correos electrónicos, reuniones virtuales, es la forma como intercambio entre personas.

La desesperación se apoderó y me auxilio de personas conocidas para llamar al número de mi móvil, suena y nadie lo responde, no se completa la llamada porque se tiene que introducir una  clave. Mientras tanto la angustia aumenta porque me hago la idea que el teléfono ya lo perdí, en este país Honduras no es normal que se devuelvan los artículos que se dejan olvidados. Pero toda norma tiene la excepción y en el instante que voy camino a comprar una recarga para un teléfono de emergencia que utilizo hablo a solas recriminándome  de cómo extravié el móvil?.

Mirando al suelo le pido a Dios que aparezca mi teléfono celular, en el instante que levanto la cabeza observo que la mototaxi que había utilizado sus servicios y se me puso a la par. "Dejó su teléfono, no han parado las llamadas y no las pude contestar, así que aquí está su teléfono", el drama terminó.

"Muchísimas gracias joven" el drama terminó y continué hablando sólo dándole gracias a Dios porque me devolvieron mi móvil o teléfono celular, y ahora tendré me dije buscar de nuevo al joven para agradecerle y darle una propina, tal como sucedió cuando me lo encontré.

Mientras la mayoría de motoristas se quejan y unos pasan el día estacionados en las inmediaciones de la plaza Ana María Banegas esperando clientes, otros en pleno centro juegan en las cartas, el entrevistado dijo "Fíjese que desde que inicié el trabajo con ésta mototaxi la pagué, luego compré un terreno, artículos para mi hogar y otras cosas. Claro que se puede vivir, lo único que hay que hacer es ser responsable en éste trabajo. Hay que darle mantenimiento a la herramienta del trabajo, y si se puede vivir manejando el propietario su mototaxi", respondió el hijo Casto Rumualdo "Castito" Ramírez Munguía experto en fabricar marimbas.

Ramón Armando "Moncho" Ramírez Vásquez, luego de cinco años ininterrumpidos es uno de los pocos motoristas responsables en realizar su trabajo conduciendo su mototaxis en el casco urbano del municipio de Victoria departamento de Yoro Honduras, la clientela le ha sido fiel por la responsabilidad, honradez, solidaridad para con sus clientes. Ramón Armando "Moncho" Ramírez Vasquez es un ejemplo a seguir por quienes realizan este trabajo. 

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