Antes del Vienes Santo la afluencia de veraneantes en balnearios, piscinas y ríos en Victoria departamento de Yoro Honduras era mínima por temor a contagiarse del virus de SRAS-CoV-2 ó COVID-19 que hace más de un año llegó a Honduras, y se encontró con un sistema sanitario colapsado olvidado desde hace cuatro décadas por las autoridades.
Durante los restantes días de la Semana Santa los vacacionistas que visitaron los centros de recreación eran en cantidades mínimas bañaron en ríos y piscinas, lo hacíeron poniendo en práctica el método burbuja ó sea núcleos familiares para evitar infectarse con el mortal virus.
En esta región hondureña ubicada al sur del departamento de Yoro, el Centro de Clasificación de pacientes de acuerdo a las urgencias médicas (TRIAGE) cada semana remite pacientes en estado crítico al hospital Regional Manuel de Jesús Subirana, la mayoría se han recuperado y una minoría perdió la batalla contra la enfermedad del coronavirus.
La mayoría de veraneantes que llegaron el viernes anterior eran de municipios, aldeas, caseríos vecinos y una minoría del casco urbano de Victoria departamento de Yoro. Se prevé por los empleados de salud que en un periodo de ocho días se de un rebrote del virus de SRAS-CoV-2 ó COVID-19 tal como ocurrió en las pasadas concentraciones políticas, celebración de fiestas, encuentros de fútbol y las cuestionadas elecciones primarias, donde no pusieron en práctica las normas de prevención.
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