Es la mañana del martes 26 de enero del 2021 en Victoria departamento de Yoro Honduras, antes de las siete de la mañana inicié el recorrido desde las inmediaciones de la iglesia Católica ubicada en el barrio El Centro con destino al barrio Bellavista situado a inmediaciones del estadio de fútbol de esta provincia.
Para hacer el trayecto agradable lo hago a pie entre calles y callejones encontrándome con ciudadanos que van de prisa, unos lo hacen en vehículos, transporte urbano y unos pocos caminan con ropa curtida por el sucio con galones de plásticos donde llevan el agua para calmar la sed, calzados con botas de hule con una temperatura que no baja de los 20 grados, con el hacha al hombro unos pocos y los demás con su respectivo machete, todos a cumplir con la jornada laboral.
Para eludir los noticieros que transmiten la lluvia de mentiras de los "políticos" hondureños me desconecto de la televisión de éste pais, me resulta agradable caminar sin peligro que los antisociales me asalten y puedo utilizar el teléfono o móvil a plena luz del día, en otros lugares de Honduras me ponen un arma y si me resisto a entregar las pertenencias acaban con mi vida y es ganancia salir herido. Me saca de contexto cuando a plena mañana veo a dos jóvenes jugando a las cartas y un paisano les grita "puta se terminaron los machetes busquen a trabajar por eso estamos como estamos". Los jóvenes no se inmutaron y continuaron jugando naipe.
Los quedé viendo de manera vaga, y otro victoriense les recuerda "será que no hay palas en Victoria, no jodan busquen trabajo" la pala es una herramienta para hacer mezcla de cemento y arena para hacer bloques o trabajar en la construcción. Ninguno de los señores que les llamaron la atención a los adolescentes tuvieron éxito, seguro que pasarán horas relajándose.
Mientras los jóvenes carentes de oportunidades continúan divirtiéndose llego a mi destino a disfrutar de la naturaleza donde hay tranquilidad, sólo se escuchan el canto de las aves de corral, el bullicio de pájaros buscando un lugar en las ramas de un árbol llamado Cablote que produce un fruto llamado Tapaculo, para pernoctar; mientras tanto quien les escribe se siente en el paraíso recorriendo una pequeña parcela que produce frutos y cuando el sol quema improviso una silla cerca de árboles de Coco que producen sombra, esto es vida lectores.
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